Ads 468x60px

martes, 30 de abril de 2013

Creando un cuento


Taller de Lectura y Redacción II

CREANDO UN CUENTO
Siguiendo el siguiente esquema redacta un cuento, primero contesta las preguntas y ya con esta información escribe la historia:
1.       ¿Qué quieres contar? Aquí debes escoger entre si va a ser una historia fantasiosa o no.
2.       ¿Dónde ocurre? Puede ser un lugar físico real o inventado. Hay que describirlo.
3.       ¿Quiénes son los personajes? En el cuento son pocos personajes, necesitas al menos un protagonista y un antagonista (El bueno y el malo, mínimo). Escoge nombres para todos los personajes de tu cuento. Hay que describirlos
4.       ¿Qué problema quieres plantear? El protagonista tiene que resolver algo interesante, un problema o algo que lo inquiete en su espíritu, ya sea real o en su imaginación. Hay que mencionarlo
5.       ¿Cómo lo va a resolver? ¿Tendrá que ir a algún lugar? ¿Tendrá que hablar con alguien especial? ¿Lo resolverá él solo por su astucia y/o inteligencia o necesitará el consejo de alguien más?
6.       ¿Cuánto tiempo se lleva para resolver su dificultad? No necesariamente lo tienes que mencionar.
7.       ¿Cómo le pondrás a tu texto? El título.
8.       Puedes usar las siguientes frases para iniciar el relato, las puedes usar o no, o modificarlas:
-          Al principio…
-          Hace años vivía…
-          En un lugar muy lejano…
-          En tiempos antiguos se contaba…
-          Hace muchos años…
-          Yo conocí a una persona que…
9.       Para darle fuerza y continuidad al relato puedes usar:
-          Imprevistamente…
-          En un momento dado…
-          De pronto…
-          De repente…
-          Sin darse cuenta…
-          Hubo ciertas cosas que…
10.   Para finalizar el relato puedes poner:
-          Al fin…
-          Por fin…
-          Así concluyó…
-          Finalmente…
-          Por último.

ESCRIBE TU RELATO, PROCURANDO NO REPETIR PALABRAS, USANDO COMAS, PUNTOS, PUNTOS Y COMAS; RESPETANDO LA ORTOGRAFÍA  Y RELATARLO DE MANERA CLARA Y COMPRENSIBLE. AL FINAL LO LEES Y SI TÚ MISMO(A) NO ENTIENDES LO QUE ESCRIBISTE, REDÁCTALO DE NUEVO PARA QUE SEA COMPRENSIBLE.

La Santa Inquisición



El término Inquisición hace referencia a varias instituciones dedicadas a la supresión de la herejía mayoritariamente en el seno de la Iglesia católica. La herejía en la era medieval muchas veces se castigaba con la pena de muerte, y de ésta se derivan todas las demás. La Inquisición medieval fue fundada en 1184 en la zona de Languedoc (en el sur de Francia) para combatir la herejía de los cátaros o albigenses, que en 1249 se implantó también en el reino de Aragón (fue la primera Inquisición estatal) y que en la Edad Moderna, con la unión de Aragón con Castilla, fue extendida a ésta con el nombre de Inquisición española (1478-1821), bajo control directo de la monarquía hispánica, cuyo ámbito de acción se extendió después a América; la Inquisición portuguesa (1536-1821) y la Inquisición romana (1542-1965). Aunque en los países de mayoría protestante también hubo persecuciones, en este caso contra católicos, contra reformadores radicales como los anabaptistas y contra supuestos practicantes de brujería, los tribunales se constituían en el marco del poder real o local, generalmente adecuado para cada caso concreto, y no constituyeron una institución específica.

Índice 
1 Origen
2 Historia
2.1 Inquisición medieval
2.2 Inquisición española
2.3 Inquisición romana
2.4 Inquisición portuguesa
2.5 Inquisición en México
2.6 El tribunal del Santo Oficio
2.7 Procedimientos judiciales de la Inquisición en México
2.8 Denuncias ante la Inquisición en México
3 Inquisición y brujería
3.1 Características
3.2 La brujería en España
4 Cifras
4.1 Bruja y hechicera
5 Métodos de tortura empleados
6 La postura de la Iglesia católica hoy en el caso de Galileo
6.1 Las dos condenas
7 Juicios a animales

Origen

En los comienzos de la Iglesia la pena habitual por herejía era la excomunión. Cuando los emperadores romanos convierten el cristianismo en religión estatal en el siglo IV, los herejes empiezan a considerarse enemigos del Estado. En su momento San Agustín aprobó con reservas la acción del Estado contra los herejes.

En respuesta al resurgimiento de la herejía de forma organizada, se produce en el siglo XII en el sur de Francia un cambio de opinión dirigida contra la doctrina albigense, la cual no coincidía con los puntos de vista de la Iglesia católica con relación al matrimonio y otras instituciones de la sociedad. Como reacción, el papa Inocencio III organizó una cruzada contra los albigenses promulgando una legislación punitiva contra ellos. Sin embargo, los esfuerzos iniciales destinados a someter la herejía no estuvieron bien coordinados y fueron ineficaces.

Historia


Inquisición medieval


Aunque el procedimiento inquisitorial como medio para combatir la herejía es una práctica antigua de la Iglesia católica, la Inquisición medieval fue establecida en 1184 mediante la bula del papa Lucio III Ad abolendam, como un instrumento para acabar con la herejía cátara. Fue el embrión del cual nacería el Tribunal de la Santa Inquisición y del Santo Oficio. El castigo físico a los herejes había sido dispuesto con anterioridad por Federico II Hohenstaufen, la institución de la Inquisición se dio para detener los abusos que estos procesos podrían sufrir por parte del poder civil. Mediante esta bula, se exigía a los obispos que interviniesen activamente para extirpar la herejía y se les otorgaba la potestad de juzgar y condenar a los herejes de su diócesis.
            A las anteriores disposiciones [...] agregamos el que cualquier arzobispo u obispo, por sí o por su archidiácono o por otras personas honestas e idóneas, una o dos veces al año, inspeccione las parroquias en las que se sospeche que habitan herejes; y allí obligue a tres o más varones de buena fama, o si pareciese necesario a toda la vecindad, a que bajo juramento indiquen al obispo o al archidiácono si conocen allí herejes, o a algunos que celebren reuniones ocultas o se aparten de la vida, las costumbres o el trato común de los fieles.
En las siguientes décadas, el proceso de la Inquisición resultó intermitente y contradictorio en muchas ocasiones. Un ejemplo fue el caso del primer director de la Inquisición de Hungría, Paulus Hungarus, quien defendió a los chamanes paganos húngaros valiéndose de su influencia con el Papa Inocencio III. Además, aseguró que estos al adorar al sol adoraban al ente supremo que era el mismo Dios, así que no hallaba razón para condenarlos. Paulus Hungarus fue uno de los primeros frailes dominicos, quien escribió importantes documentos como la Suma de poenitentiae, tendiendo las bases de la nueva orden a petición de Domingo de Guzmán. Sin embargo, Paulus fue destituído y reemplazado por un religioso más estricto cerca de 1232, después de haberse iniciado propiamente la Inquisición.

En su primera etapa (hasta 1230), se denomina oficialmente "Inquisición episcopal" porque no dependía de una autoridad central, sino que era administrada por los obispos locales. En 1231, ante el fracaso de la Inquisición episcopal, Gregorio IX creó mediante la bula Excommunicamus la "Inquisición pontificia", dirigida directamente por el Papa y dominada por órdenes mendicantes, especialmente los dominicos. El hecho de que religiosos bajo el control directo del Papa tuvieran a su cargo los tribunales, fue un freno a su expansión, ya que algunos obispos no querían ver limitado su poder en una diócesis por la presencia de estos organismos papales.

En 1252, el papa Inocencio IV autorizó en la bula Ad extirpanda el uso de la tortura para obtener la confesión de los reos. Se recomendaba a los torturadores no se excedieran hasta el punto de mutilar al reo o finiquitarlos. Las penas eran variables. Los que se negaban a abjurar, "herejes relapsos", eran entregados al brazo secular para la ejecución de la pena de muerte.

La Inquisición pontificia funcionó sobre todo en el sur de Francia y en el norte de Italia. En España, existió en la Corona de Aragón desde 1249, pero no en la de Castilla.

Inquisición española

La Inquisición real se implantó en la Corona de Castilla en 1478 por la bula del papa Sixto IV Exigit sincerae devotionis con la finalidad de combatir las prácticas judaizantes de los judeoconversos de Sevilla. A diferencia de la Inquisición medieval, dependía directamente de la monarquía, es decir, de los Reyes Católicos. Tras una nueva bula emitida en 1483, la Inquisición se extendió a los reinos de la Corona de Aragón, incluyendo Sicilia y Cerdeña, y a los territorios de América (hubo tribunales de la Inquisición en México, Lima y Cartagena de Indias), y se nombró Inquisidor General a Tomás de Torquemada. La Inquisición se convirtió en la única institución común a todos los españoles, con excepción de la propia Corona, a quien servía como instrumento del poder real: era un organismo policial interestatal, capaz de actuar a ambos lados de las fronteras entre las coronas de Castilla y Aragón, mientras que los agentes ordinarios de la Corona no podían rebasar los límites jurisdiccionales de sus respectivos reinos.

Inquisición romana

La Inquisición romana, también llamada Congregación del Santo Oficio, fue creada en 1542, ante la amenaza del protestantismo, por el Papa Pablo III. Se trataba de un organismo bastante diferente de la Inquisición medieval, ya que era una congregación permanente de cardenales y otros prelados que no dependía del control episcopal. Su ámbito de acción se extendía a toda la Iglesia Católica. Su principal tarea fue desmantelar y atacar a las organizaciones, corrientes de pensamiento y posturas religiosas que socavaran la integridad de la fe católica, y examinar y proscribir los libros que se considerasen ofensivos para la ortodoxia.

Al comienzo, la actividad de la Inquisición romana se restringió a Italia, pero cuando Gian Pietro Caraffa fue elegido Papa como Pablo IV, en 1555, comenzó a perseguir a numerosos sospechosos de heterodoxia, entre los que se encontraban varios miembros de la jerarquía eclesiástica, como el cardenal inglés Reginald Pole. En 1600 fue juzgado, condenado y ejecutado el filósofo Giordano Bruno. En 1633 fue procesado y condenado Galileo Galilei, al destierro a más de 50 km de Roma, suspendiéndole asimismo el abono del dinero que recibía al modo de una beca moderna.

En 1965 el papa Pablo VI reorganizó el Santo Oficio, denominándolo Congregación para la Doctrina de la Fe.

Inquisición portuguesa

En Portugal, donde se habían refugiado numerosos judíos españoles luego de la expulsión de 1492, el rey Manuel I, presionado por sus suegros, los Reyes Católicos, decretó la expulsión de los judíos que no se convirtieran al cristianismo en 1497. Esto produjo numerosas conversiones al catolicismo.

La Inquisición portuguesa fue establecida en Portugal en 1536 por el rey Juan III. En un principio, la Inquisición portuguesa estaba bajo la autoridad del papa, pero en 1539, el rey nombró inquisidor mayor a su propio hermano, Don Enrique. Finalmente, en 1547, el papa terminó aceptando que la Inquisición dependiese de la corona portuguesa.

El primer auto de fe tuvo lugar en Lisboa el 20 de septiembre de 1540, en 1560 se establece un tribunal de la Inquisición en Goa. Fue abolida por las Cortes Generales en 1821.

Inquisición en México

La historia de la Santa Inquisición en México, inició desde los primeros momentos en que los españoles pisaron este continente. Los primeros casos de que se tiene noticia son las "ordenanzas" contra blasfemos promulgadas por Hernán Cortés en 1520, es decir antes de la caída de la gran Tenochtitlán, y el proceso de idolatría iniciado por Nuño Beltrán de Guzmán en contra de Caltzontzin, señor de los tarascos. Por otra parte, hay ciertos indicios de actividades inquisitoriales contra herejes desde 1522, realizadas al parecer, por Frailes que desde entonces ya se encontraban en México, quizás actuando con poderes directos del Papa.

El tribunal del Santo Oficio

Dada la conquista en México, se instauró el Tribunal Del Santo Oficio, que dependía directamente del Consejo Supremo de la Inquisición, que era encabezado por el inquisidor general de España. La autoridad superior del tribunal en México era el Inquisidor o Inquisidores, puesto que normalmente ocupaban varias personas. Los empleados de más alto rango eran el fiscal, a cuyo cargo estaba promover los procesos, y el Secretario del secreto, que tenía fe publica y autorizaba las actas, diligencias, despachos, edictos, etc. Los inquisidores contaban con un cuerpo de personas doctas y de alta posición social y oficial llamados "consultores del Santo Oficio", que integraban una especie de consejo. Estos consultores intervenían con su voto en las decisiones graves, como eran las sentencias de tormento y cuando un reo era condenado a muerte. El tribunal contaba además con el auxilio de un cuerpo de peritos en asuntos teológicos y religiosos, llamados calificadores del Santo Oficio, cuya misión era ilustrar la opinión de los inquisidores en casos debatibles y de difícil resolución. También existía un cuerpo policiaco, que eran quienes resguardaban las cárceles y el Tribunal del Santo Oficio.

Procedimientos judiciales de la Inquisición en México

Al establecerse el Tribunal del santo Oficio, los primeros procedimientos consistían en una ceremonia llamada de "Juramento", en la que como lo dice el nombre, los asistentes juraban denunciar a todas las personas que consideraran sospechosas y prestar al tribunal la ayuda que pidiese, pero además, al concluir esa ceremonia se daba lectura a un edicto de los inquisidores, llamado Edicto General de Gracia, por el cual se conminaba a quienes se sintieran culpables a denunciarse dentro de un plazo fijado so pena de excomunión mayor. En el edicto se indicaban con minuciosidad los hechos considerados punibles y se le prohibía a los confesores dar la absolución a los que de algún modo no hubieren cumplido con aquel mandamiento.

Denuncias ante la Inquisición en México

Toda denuncia incluso anónima, era válida. Una vez recibida, se abría de inmediato una investigación secreta que al revelar algún indicio, por débil que fuera, conducía al apoderamiento de la persona indiciada y al aseguramiento de sus bienes. Se le tomaba enseguida una declaración que incluía siempre preguntas sobre su familia y su origen, sobre su conocimiento de los dogmas y prácticas sobre la religión católica, y sobre si tenía alguna sospecha acerca del motivo de su prisión. Por lo general el acusado manifestaba total ignorancia a ese respecto, temeroso de implicarse en algún hecho que no figurara en la denuncia, situación que agravaba su caso. Si después de preguntarle tres veces el acusado persistía en la misma respuesta se le declaraba "negativo" y se abría propiamente hablando el proceso. Durante toda la secuela de éste –que a veces tardaba años- el acusado permanecía incomunicado en la llamada cárcel del secreto y ni siquiera podía hablar con el uno de los inquisidores si faltaba alguien que pudiera servir de testigo. El acusado nunca era informado del nombre de quienes declaraban en el proceso, no había por supuesto la posibilidad de careos y el recurso de tachar a un testigo por ser enemigo del acusado solo podía hacerse efectivo si este adivinaba quien había declarado en su contra o por torpeza del acusado en las declaraciones del testigo. A todos los testigos se les exigía el juramento del secreto.

Inquisición y brujería


En 2004 se publicaron las "Actas del simposio internacional: La inquisición",  gracias a la apertura de los archivos secretos de la Congregación para la Doctrina de la Fe ordenada por Juan Pablo II en 1998. En estas actas se recoge toda la documentación sobre los procesos inquisitoriales en la Europa católica donde regía el Vaticano en el campo espiritual. Desmitifica una parte del genocidio en países como España por brujería, exagerados por la exitosa campaña protestante (ver Leyenda Negra de la Inquisición Española) para mejorar su oposición al Imperio español de la época.

Primero es necesario comentar que se inició como un fenómeno popular, la aparición de la figura de la bruja poseída por el diablo, y así se irían ajusticiando por la población local. En 1484, Inocencio VIII da por oficial la existencia de la brujería por medio de la bula Summis desideratis affectibus:
Ha llegado a nuestros oídos que gran número de personas de ambos sexos no evitan el fornicar con los demonios, íncubos y súcubos; y que mediante sus brujerías, hechizos y conjuros, sofocan, extinguen y hacen perecer la fecundidad de las mujeres, la propagación de los animales, la mies de la tierra.
Algunos autores  sostienen que el Papa no podía saber lo que Kramer y Sprenger iban a decir en el Malleus Maleficarum y que sólo había publicado la bula para decir que compartía su inquietud por el problema de las brujas. Sin embargo, la posición de la Iglesia con respecto a las brujas agravó la crisis de las persecuciones. Las primeras grandes oleadas de caza de brujas son consecuencia directa del Malleus Maleficarum debido a la amplia distribución que tuvo el libro. Aunque la Iglesia nunca aprobó oficialmente la caza de brujas, en 1657 prohibió esas persecuciones en la bula Pro formandis.

Características

En la Europa central, se vio especialmente agravada por varios motivos:
La difusión de la imprenta con la enorme difusión de obras como La Divina Comedia, en los años posteriores a la peste negra donde se hablaba de los suplicios del infierno, el teatro donde se puso de moda incluir al diablo y sus acólitos en sus representaciones.
Las tensiones religiosas, sobre todo en zonas afectadas por la Reforma, la Guerra de los Treinta Años, la revuelta de los Países Bajos, el anglicanismo y la aparición de movimientos religiosos radicales como los anabaptistas.
Entonces se puede hablar de dos regiones diferenciadas según la fuerza de la brujería:
Alemania, Suiza, la Región del Jura, los Países Bajos españoles, Francia e Inglaterra.
Los países nórdicos, orientales y mediterráneos especialmente, la caza de brujas fue algo tardío, sin fuerza y poco importante demográficamente.

La brujería en España

En España, durante los tres siglos que dura especialmente, prácticamente la mayoría de los casos se someten al proceso de la Inquisición local de forma regulada y documentada. Aunque sería el último país en abandonar la cruel figura de la Inquisición, ya hacía mucho tiempo que no ejecutaba a muerte a supuestas brujas; se ejecuta a la última en 1611, la adolescente catalana Magdalena Duer. Los últimos casos son en uno de los cantones suizos con Anne Goldin en Glarus, 1782 (es la última ejecución en Europa occidental) o en Polonia en 1793.
A diferencia de otros países europeos como Alemania o Reino Unido, en el caso español los juicios por brujería de la Inquisición eran juicios con un proceso legal, documentados y organizados por el Estado, aunque todos los países usaron la tortura como medio habitual. La pena más común era la abjuración de levi, con destierro de seis años de la ciudad donde viviera; la absolución era frecuente. Era significativa la suposición de que las supuestas brujas habían bebido vino y estaban enfermas de modorra. Con la confesión del brujo, la inquisición advertía:
Que no procede en estos casos por solo la forma de ser brujos y hacer los dichos daños, si no testifican de haberlos visto hacer algunos daños, porque muchas veces lo que dicen han visto y hecho les sucede en sueños y juzgan se hallaron en cuerpo y lo vieron e hicieron con los que testiffican y les figura el demonio cuerpos fantasiosos de aquellos que dicen vieron sin haberlos visto ni hallándose allí para que hagan esos daños de inflamar en peligro a los que no tienen culpa.
Julio Caro Baroja afirma en El señor Inquisidor y otras vidas por oficio:
Los inquisidores eran más juristas que humanistas y teólogos. La jurisprudencia más o menos secreta que podían estudiar era grande, casi tan grande como el escepticismo de muchos de ellos, acostumbrados a ver imposturas y engaños en cantidad de actos hechiceriles. En el siglo XVII los españoles, por otra parte, no tenían mucha fama como magos y hechiceros. Alguien sostuvo —con clara animadversión hacia el país— que el diablo no se fiaba de sus habitantes.

Cifras

Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación acreditada, como revistas especializadas, monografías, prensa diaria o páginas de Internet fidedignas.
Puedes añadirlas así o avisar al autor principal del artículo en su página de discusión pegando:
Algunas cifras (estimadas) de las ejecuciones por tribunales civiles y por procesos inquisitoriales constatados, por proporcionalidad en relación ejecutados/población:

Polonia-Lituania: unas 1.000, en una población de 3.400.000.
Reino Unido: cientos de ejecutados. Destacar además que en este país protestante (anglicano) existió la figura de los punzadores, los cuales se dedicaban a "cazar" y ejecutar brujas de forma lucrativa.
Alemania: la cuna del protestantismo se ejecutó, hasta un total de 2.500 personas de unos 16 millones.
Dinamarca-Noruega: 150 de 970.000 personas.

Bruja y hechicera

La hechicera tradicional fue la que dio origen popular a la brujería. La hechicería era una figura ancestral, mística, local, su propio nombre variaba en función de su especialidad (adivinadora, curandero, etc.) y con un fin generalmente lucrativo. La bruja en el folclore apareció como una figura degenerada de la hechicería, irreal, anónima, sobrenatural, pervertida por el diablo y de intenciones malvadas y sanguinarias.

Métodos de tortura empleados

La Inquisición fue un tribunal eclesiástico establecido en Europa durante la Edad Media para castigar los delitos contra la fe. Sus víctimas eran las brujas, los homosexuales, los blasfemos, los herejes (cristianos que niegan algunos de los dogmas de su religión) y los acusados de judaizar en secreto. Los acusados eran interrogados, a veces mediante torturas, y ejecutados si se les encontraba culpables, requisándose sus bienes.
Según la Iglesia Católica, se adoptó el método de la tortura (lo cual era socialmente aceptada civilmente en el contexto de la época) solo en casos excepcionales. El procedimiento inquisitorial se regulaba minuciosamente en las prácticas de interrogación. No todos los métodos de tortura aceptados civilmente eran aceptados por la Iglesia Católica y para que un acusado fuese enviado a tortura, debía ser perseguido por un crimen muy grave (un ataque a la Fe de la Iglesia era gravísimo porque ponía en duda los cimientos de una paz social fundada en la Fe) y el tribunal debía tener también sospechas fundadas de su culpabilidad.
A pesar del uso de la tortura, el procedimiento inquisitorial representa un avance en la historia de la legislación. Por un lado, definitivamente descartó el uso de la ordalía como medio de obtención de pruebas, reemplazándola por el principio de prueba testimonial, el cual todavía tiene vigencia en las legislaciones de la actualidad. Por otro lado, se restablece el principio del Estado como fiscal o parte acusadora. Hasta ese tiempo, era la víctima la que tenía que demostrar la culpabilidad de su agresor, incluso en los procedimientos criminales más graves, esto frecuentemente era muy difícil cuando la víctima era débil y el criminal poderoso. Pero en la Inquisición la víctima no es más que un simple testigo, tal y como sucede en la actualidad. Era la autoridad eclesiástica quien ahora tenía sobre sí la carga de la prueba.

La postura de la Iglesia católica hoy en el caso de Galileo

En Italia, Galileo Galilei (1564-1642) fue obligado por la Inquisición a declarar que su teoría heliocéntrica era una hipótesis, la cual no podía demostrar científicamente,  que situaba al Sol en el centro de todo, en contra de la creencia que situaba la Tierra como el centro del universo (véase: teoría geocéntrica). El sistema copernicano podía interpretarse como un simple cambio de sistema de referencia, que simplificaba el cálculo astronómico del movimiento de los cuerpos celestes, sin necesidad de un cambio en la concepción metafísica del mundo.
Si bien la teoría heliocéntrica es hoy en día ampliamente aceptada, la postura de la Iglesia católica mantiene un dejo de justificación de sus actos pasados:
Según algunos estudiosos, se le solicitó a Galileo pruebas sobre la teoría heliocéntrica pero éstas nunca les fueron proporcionadas, en su lugar se presentaron indicios de carácter experimental, pero insuficientes para una demostración bajo método científico. La Iglesia católica al observar los trastornos ocasionados por la supuesta falta de prudencia científica, y por declarar como verdad un hecho hipotético, junto con diversas infracciones disciplinarias, decidió censurar a Galileo siendo obligado en su primera condena (1616) a no hablar del sistema heliocéntrico.
Ante la polémica, se hizo una nueva revisión (mediada por la Iglesia) del caso Galileo en 1979, pero la comisión que nombró al efecto en 1981 y que dio por concluidos sus trabajos en 1992, tras efectuar un estudio completo del proceso judicial confirmó una vez más la tesis de que Galileo carecía de argumentos científicos para demostrar el heliocentrismo en la época en que fue publicado originalmente. Sostuvo la inocencia de la Iglesia como institución y la obligación de Galileo de prestarle obediencia y reconocer su magisterio, justificando la condena y evitando una rehabilitación plena. El cardenal Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, expresó en 1990, citando al filósofo agnóstico Feyerabend: «En la época de Galileo la Iglesia fue mucho más fiel a la razón que el propio Galileo. El proceso contra Galileo fue razonable y justo». En una carta enviada a los cardenales católicos, el papa Juan Pablo II exhortó a la Iglesia a reconocer los errores cometidos “por sus hombres, en su nombre”, y les anima a arrepentirse.
Según la opinión de Michael Segre de esta manera se revalida la posición de que la Iglesia tiene derecho a decidir qué tesis científicas pueden ser defendidas y cuáles deben ser prohibidas, y a condenar y castigar a los que defiendan estas últimas.
Feyerabend, que en un estudio sobre la Inquisición afirma que en la época de Galileo la Iglesia fue mucho más fiel a la razón que el propio Galileo.
La versión según la cual las acusaciones contra la Inquisición son calumniosas o exageradas empezó con un estudio de Jacques Mallet du Pan en 1784 y fue reeditada múltiples veces durante dos siglos, y en esencia dice que Galileo paradójicamente fue mejor teólogo que científico.

Las dos condenas

Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación acreditada, como revistas especializadas, monografías, prensa diaria o páginas de Internet fidedignas.
Puedes añadirlas así o avisar al autor principal del artículo en su página de discusión pegando:
Se suele hablar de dos procesos contra Galileo: el primero en 1616, y el segundo en 1633. A veces sólo se habla del segundo. El motivo es porque Galileo fue denunciado a la Inquisición romana y el proceso fue adelante, pero no se llegó a citar a Galileo delante del tribunal: el denunciado se enteró de que existía la denuncia y el proceso a través de comentarios de otras personas, pero el tribunal nunca le dijo nada, ni le citó, ni le condenó. Por eso, con frecuencia no se considera que se tratara de un auténtico proceso, aunque de hecho la causa se abrió y se desarrollaron algunas diligencias procesales durante meses. En cambio, el de 1633 fue un proceso en toda regla: Galileo fue citado a comparecer ante el tribunal de la Inquisición de Roma, tuvo que presentarse y declarar ante ese tribunal, y finalmente fue condenado. Se trata de dos procesos diferentes, separados por unos años; pero están relacionados, porque lo que sucedió en el de 1616 condicionó en gran parte lo que sucedió en 1633.
En 1619, un decreto inquisitorial condena su obra por primera vez. Haciendo caso omiso, Galileo publica en 1629 su Diálogo sobre los sistemas máximos, el de Tolomeo y el de Copérnico. Es procesado entonces por la Santa Inquisición, obligado a abjurar, condenado como hereje y a prisión domiciliaria el 22 de junio de 1633, la primera parte de la cual la cumplió en el palacio episcopal de su amigo el arzobispo de Siena, y la segunda en su villa florentina. Los Médicis, después de abandonarlo a su suerte, dejan de representar la emancipación de la razón y pierden así la influencia intelectual que ejercieron en aquella época.

Juicios a animales

Entre 1266 y 1586 se realizaron, sólo en Francia, por lo menos sesenta juicios contra animales en los tribunales de la Inquisición - aunque este tipo de juicios tuvieron lugar en todo el Occidente cristiano - según lo que el historiador Michel Pastoureau ha encontrado en los archivos de los documentos judiciales. Un ejemplo citado por Pastoreau es el de la cerda que fue declarada culpable por el asesinato del bebé Jean Le Maux y fue vestida como humana, torturada, mutilada y condenada a muerte a pesar de que no confesó frente a ningún cura, luego de nueve días de juicio en Falaise, en 1386. Sin embargo, en 1457, en Savigny-Sur, en Borgoña, el tribunal logró, bajo tortura, la confesión de otra cerda que había asesinado a otro pequeño de cinco años. En otro caso la condena fue más fuerte porque el cerdo cometió su crimen un viernes de vigilia, pecado mayor. Los juicios contra animales incluían, al igual que los de las brujas, exposición, acarreo, vejaciones, torturas para el castigo ejemplarizante y la humillación pública y, finalmente la destrucción del cadáver mediante el fuego.

jueves, 25 de abril de 2013

Ejercicios de redacción


Escuela de Bachilleres Lorenzo Milani
Ejercicios de redacción.
Profa. Sandra Cortés

Nombre del alumno:                                                                    Grado:                                 Fecha:
I.                    LEE “instrucciones para llorar” DE JULIO CORTAZAR Y BASÁNDOTE EN ESTE TEXTO DESCRIBE LA INSTRUCCIONES QUE LE DARÍAS A ALGUIEN PARA BAÑARSE. SÉ LO MÁS ESPECÍFICO POSIBLE. LLENA TODOS LOS RENGLONES.

Instrucciones para llorar
Julio Cortázar
Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.
FIN

_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

II.                  CON LA SIGUIENTE LISTA DE NEXOS ESCRIBE UNA ORACIÓN DONDE LOS UTILICES CORRECTAMENTE, COMO SU NOMBRE LO INDICA LOS NEXOS UNEN DOS O MÁS IDEAS.
EJEMPLO: Por lo tanto: Las mariposas son de colores vistosos, por lo tanto son agradables a la vista.

1.       Por esta razón                  _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
2.       Sin embargo                     _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
3.       Más tarde                          _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
4.       Luego                                  _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
5.       Por dichas razones         _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
6.       También                             _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _  _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
7.       Ciertamente                     _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
8.       En vista de                         _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _  _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
9.       Por supuesto                    _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
10.   Finalmente                        _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

III.                AHORA REDACTA VARIAS ORACIONES CONECTADAS POR LOS NEXOS, USARÁS DOS NEXOS POR CADA PÁRRAFO. EN LA MAYORÍA DE LAS OCASIONES ANTES DE USAR UN NEXO SE USA EL PUNTO Y SEGUIDO, LA COMA O EL PUNTO Y COMA. ES NECESARIO QUE LA ORACIÓN SEA COHERENTE.
EJEMPLO: ME DOY CUENTA DE QUE SIEMPRE LOS LUNES ES DIFÍCIL PARA MUCHAS PERSONAS VOLVER AL RITMO DE TRABAJO DE LA SEMANA, NATURALMENTE QUE ESTO PODRÍA DEBERSE A QUE LOS DÍAS SÁBADO Y DOMINGO PARA MUCHA GENTE SIGNIFICAN DÍAS DE DESCANSO.


1.       Aun así…
2.       Al afirmar que…
3.       Con lo que llevo dicho hasta aquí, me parece…
4.       Conviene, sin embargo advertir que…
5.       Basándose en…
6.       De acuerdo con…
7.       De la misma manera…
8.       Entonces…
9.       Es decir…
10.   Finalmente…
11.   Hasta ahora…
12.   Hay que advertir que…
13.   Es justo decir que…
14.   Lo curioso es que…
15.   Lo que me interesa ahora es que…
16.   Me doy cuenta de que…
17.   Para algunos…
18.   No cabe duda que…
19.   Pero…
20.   Si bien…

IV. BASÁNDOTE EN LOS DIFERENTES TÍTULOS SUGERIDOS, ESCRIBE LO QUE SE TE PIDE. ES IMPORTANTE TENER BUENA ORTOGRAFÍA Y LETRA LEGIBLE.



1. Una noche de tormenta te despierta un extraño ruido... _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _

2. Inventa una palabra mágica y explica para qué sirve. _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _

3. Eres un objeto (un calcetín, un lavabo, un cortaúñas...) Cuenta cómo es tu vida. _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _

4. Inventa tres personajes para una historia de terror. _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __

5. Escribe la oración más larga posible, en la que todas las palabras empiecen por la misma letra. Por ejemplo: Carlos Castillo comía calabaza cuando cayeron coles cocidas cambiando colores campestres cuidadosamente... _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _

6. Una persona recibe un misterioso paquete. Cuando lo abre... _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _

7. Escribe una historia sobre una familia en la que todo es exagerado. _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _

8. Escribe un Decálogo (Un decálogo se compone por 10 oraciones) con consejos para molestar a los demás. _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _

9. Inventa un poema de tres versos, en el que aparezcan los cinco sentidos. _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __

10. Inventa un ritual para aprobar los exámenes. _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ __ _



V. DEBES REDACTAR UNA HISTORIA USANDO TODAS LAS PALABRAS DE LA LISTA SIGUIENTE. EL CUENTO PUEDE SER REAL O FICTICIO.


Problemas                                 cómo                                    misma                             quien
libre                                           lenguaje                              siguiente                            unos
mayor                                          estaban                              figura                                   hacer
sido                                           partes                                   años                                    metros
oposición                                   administración                      teoría                                cuerpo


_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _

VI. REDACTA UNA CARTA PERSONAL, SIGUIENDO EL ESQUEMA PROPUESTO ANTERIORMENTE.








































VII. Completa las siguientes comparaciones

Es tan redondo como..._ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Es tan duro como... _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Es tan negro como... _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Es tan verde como… _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Es más rojo que… _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Es más áspero que… _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Es más claro que… _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Es más oscuro que… _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Es más brillante que… _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Es tan fino como… _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Es tan suave como… _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Es tan alto como… _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Es tan lóbrego como… _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Es tan transparente como… _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _

miércoles, 24 de abril de 2013

Poema del Mío Cid


Cantar de Mío Cid


Autor    Anónimo
Género                Cantar de gesta
Idioma  Castellano
País        España
Fecha de publicación     c. 1200
Formato              Manuscrito

El Cantar de Mío Cid es un cantar de gesta anónimo que relata hazañas heroicas inspiradas libremente en los últimos años de la vida del caballero castellano Rodrigo Díaz el Campeador. Se trata de la primera obra narrativa extensa de la literatura española en una lengua romance, y destaca por el alto valor literario de su estilo. Está compuesto alrededor del año 1200.

El Cantar de Mío Cid es el único cantar épico de la literatura española conservado casi completo. Se han perdido la primera hoja del original y otras dos en el interior del códice, aunque el contenido de las lagunas existentes puede ser deducido de las prosificaciones cronísticas, en especial de la Crónica de veinte reyes. Además del Cantar de Mío Cid, los cuatro textos de su género que han perdurado son: las Mocedades de Rodrigo —circa 1360—, con 1700 versos; el Cantar de Roncesvalles —ca. 1270—, un fragmento de unos 100 versos; y una corta inscripción de un templo románico, conocida como Epitafio épico del Cid — ¿ca. 1400?—.

El poema consta de 3735 versos de extensión variable (anisosilábicos), aunque dominan versos de 14 a 16 sílabas métricas. Los versos del Cantar de Mío Cid están divididos en dos hemistiquios separados por cesura. La longitud de cada hemistiquio es de 4 a 13 sílabas, y se considera unidad mínima de la prosodia del Cantar. No hay división en estrofas, y los versos se agrupan en tiradas, es decir, series de versos con una misma rima asonante.

Se desconoce el título original, aunque probablemente se llamaría «gesta» o «cantar», términos con los que el autor describe su obra en los versos 1085 y 2276, respectivamente.

Estructura interna

El Cantar de Mío Cid trata el tema del complejo proceso de recuperación de la honra perdida por el héroe, cuya restauración supondrá una honra mayor a la de la situación de partida.

El poema se inicia con el destierro del Cid, primer motivo de deshonra, tras haber sido acusado de robo. Este deshonor supone también el ser desposeído de sus heredades o posesiones en Vivar y privado de la patria potestad de su familia.

Tras la conquista de Valencia, gracias al solo valor de su brazo, su astucia y prudencia, consigue el perdón real y con ello una nueva heredad, el señorío sobre Valencia, que se une a su antiguo solar ya restituido. Para ratificar su nuevo estatus de señor de vasallos, se conciertan bodas con linajes del mayor prestigio cuales son los infantes de Carrión.

Pero paradójicamente, con ello se produce la nueva caída de la honra del Cid, debido al ultraje de los infantes a las hijas del Cid, que son vejadas, fustigadas, malheridas y abandonadas en el robledal de Corpes.

Este hecho supone según el derecho medieval el repudio de facto de estas por parte de los de Carrión. Por ello el Cid decide alegar la nulidad de estos matrimonios en un juicio presidido por el rey, donde además los infantes de Carrión queden infamados públicamente y apartados de los privilegios que antes ostentaban como miembros del séquito real. Por el contrario, las hijas del Cid conciertan matrimonios con reyes de España, llegando al máximo ascenso social posible.

Así, la estructura interna está determinada por unas curvas de obtención–pérdida–restauración–pérdida–restauración de la honra del héroe. En un primer momento, que el texto no refleja, el Cid es un buen caballero vasallo de su rey, honrado y con heredades en Vivar. El destierro con que se inicia el poema es la pérdida, y la primera restauración, el perdón real y las bodas de las hijas del Cid con grandes nobles. La segunda curva se iniciaría con la pérdida de la honra de sus hijas y terminaría con la reparación mediante el juicio y las bodas con reyes de España. Pero la curva segunda supera en amplitud y alcanza mayor altura que la primera.



Estructura externa

Los editores del texto, desde la edición de Menéndez Pidal de 1913, lo han dividido en tres cantares. Podría reflejar las tres sesiones en que el autor considera conveniente que el juglar recite la gesta. Parece confirmarlo así el texto al separar una parte de otra con las palabras: «aquís conpieça la gesta de Mío Çid el de Bivar» (v. 1085), y otra más adelante cuando dice: «Las coplas deste cantar aquís van acabando» (v. 2776).

Primer cantar. Cantar del destierro (vv. 1–1084)

El Cid ha sido desterrado de Castilla. Debe abandonar a su esposa e hijas, e inicia una campaña militar acompañado de sus fieles en tierras no cristianas, enviando un presente al rey tras cada victoria para conseguir el favor real.

Segundo cantar. Cantar de las bodas (vv. 1085–2277)

El Cid se dirige a Valencia, en poder de los moros, y logra conquistar la ciudad. Envía a su amigo y mano derecha Álvar Fáñez a la corte de Castilla con nuevos regalos para el rey, pidiéndole que se le permita reunirse con su familia en Valencia. El rey accede a esta petición, e incluso le perdona y levanta el castigo que pesaba sobre el Campeador y sus hombres. La fortuna del Cid hace que los infantes de Carrión pidan en matrimonio a doña Elvira y doña Sol. El rey pide al Campeador que acceda al matrimonio y él lo hace aunque no confía en ellos. Las bodas se celebran solemnemente.

Tercer cantar. Cantar de la afrenta de Corpes (vv. 2278–3730)

Los infantes de Carrión muestran pronto su cobardía, primero ante un león que se escapa y del que huyen despavoridos, después en la lucha contra los árabes. Sintiéndose humillados, los infantes deciden vengarse. Para ello emprenden un viaje hacia Carrión con sus esposas y, al llegar al robledo de Corpes, las azotan y las abandonan dejándolas desfallecidas. El Cid ha sido deshonrado y pide justicia al rey. El juicio culmina con el «riepto» o duelo en el que los representantes de la causa del Cid vencen a los infantes. Estos quedan deshonrados y se anulan sus bodas. El poema termina con el proyecto de boda entre las hijas del Cid y los infantes de Navarra y Aragón.

Características y temas


El Cantar de Mío Cid se diferencia de la épica francesa en la ausencia de elementos sobrenaturales, la mesura con la que se conduce su héroe y la relativa verosimilitud de sus hazañas. El Cid que ofrece el Cantar constituye un modelo de mesura y equilibrio. Así, cuando de un prototipo de héroe épico se esperaría una inmediata venganza de sangre, en esta obra el héroe se toma su tiempo para reflexionar al recibir la mala noticia del maltrato de sus hijas («cuando ge lo dizen a Mío Cid el Campeador, / una grand ora pensó e comidió», vv. 2827-8) y busca su reparación en un solemne proceso judicial; rechaza, además, actuar precipitadamente en las batallas cuando las circunstancias lo desaconsejan. Por otro lado, el Cid mantiene buenas y amistosas relaciones con muchos musulmanes, como su aliado y vasallo Abengalbón, que refleja el estatus de mudéjar (los «moros de paz» del Cantar) y la convivencia con la comunidad hispanoárabe, de origen andalusí, habitual en los valles del Jalón y Jiloca por donde transcurre buena parte del texto.2

Además está muy presente la condición de ascenso social mediante las armas que se producía en las tierras fronterizas con los dominios musulmanes, lo cual supone un argumento decisivo de que no pudo componerse en 1140, pues en esa época no se daba ese «espíritu de frontera» y el consiguiente ascenso social de los caballeros infanzones de las tierras de extremadura.

El propio Cid, siendo solo un infanzón (esto es, un hidalgo de la categoría social menos elevada, comparada con condes, potestades y ricos hombres, rango al que pertenecen los infantes de Carrión) logra sobreponerse a su humilde condición social dentro de la nobleza, alcanzando por su esfuerzo prestigio y riquezas (honra) y finalmente un señorío hereditario (Valencia) y no en tenencia como vasallo real. Por tanto se puede decir que el verdadero tema es el ascenso de la honra del héroe, que al final es señor de vasallos y crea su propia Casa o linaje con solar en Valencia, comparable a los condes y ricos hombres.

Más aún, el enlace de sus hijas con príncipes del reino de Navarra y del reino de Aragón, indica que su dignidad es casi real, pues el señorío de Valencia surge como una novedad en el panorama del siglo XIII y podría equipararse a los reinos cristianos, aunque, eso sí, el Cid del poema nunca deja de reconocerse él mismo como vasallo del monarca castellano, si bien latía el título de Emperador, tanto para los dos Alfonsos implicados como para lo que fue su origen en los reyes leoneses, investidos de la dignidad imperial.

De cualquier modo, el linaje del Cid emparenta con el de los reyes cristianos y, como dice el poema: «Oy los reyes d'España sos parientes son, / a todos alcança ondra por el que en buen ora nació.» («Hoy los reyes de España sus parientes son, / a todos les alcanza honra por el que en buena hora nació.»), vv. 3724–3725,3 de modo que no sólo su casa emparenta con reyes, sino que estos se ven más honrados y gozan de mayor prestigio por ser descendientes del Cid.

Respecto de otros cantares de gesta, en particular franceses, el Cantar presenta al héroe con rasgos humanos. Así, el Cid es descabalgado o falla algunos golpes, sin que por ello pierda su talla heroica. De hecho, se trata de una estrategia narrativa, que al hacer más dudosa la victoria, realza más sus éxitos.

La verosimilitud se hace patente en la importancia que el poema da a la supervivencia de una mesnada desterrada. Como señala Álvar Fáñez en el verso 673 «si con moros no lidiamos, nadie nos dará el pan». Los combatientes del Cid luchan para ganarse la subsistencia, por lo que el Cantar detalla por extenso las descripciones del botín y el reparto del mismo, que se hace conforme a las leyes de extremadura (es decir de zonas fronterizas entre cristianos y musulmanes) de fines del siglo XII.

Métrica


Cada verso está dividido en dos hemistiquios por una cesura. Esta forma, también típica de la épica francesa, refleja un recurso útil a la recitación o canto del poema. Sin embargo, mientras en los poemas franceses cada verso tiene una métrica regular de diez sílabas divididas en dos hemistiquios por una fuerte cesura, en el Cantar de Mío Cid tanto el número de sílabas en cada verso como el de sílabas en cada hemistiquio varía considerablemente. A este rasgo se le denomina anisosilabismo.

Aun cuando se encuentran versos de entre diez y veinte sílabas y hemistiquios de entre cuatro y catorce, más del 60% de los versos oscila entre 14 y 16 sílabas.

Se han propuesto varias interpretaciones de la métrica del poema. Una de las más comunes defiende que el elemento más importante de la prosodia de la épica medieval española son los apoyos acentuales y no el cómputo silábico, generalmente postulando dos ictus tónicos por cada hemistiquio. Tal es la opinión de autores como Leonard (1931),4 Morley (1933),5 Navarro Tomás (1956),6 Maldonado (1965),7 López Estrada (1982),8 Pellen (1994),9 Goncharenko (1988),10 Duffell (2002)11 y Segovia (2005), que a juicio también de Montaner Frutos es la opción más razonable, si bien este autor apunta que la mayoría de estas propuestas son excesivamente rígidas, puesto que el modelo rítmico del Cantar no responde a un patrón fijo, sino variable en función del servicio a una cadencia, de modo que, dependiendo de la longitud de los versos, pueda aumentar o disminuir el número de acentos por hemistiquio, en función del número de intervalos átonos que aparezcan en cada verso.12 Orduna, en 1987, postula la presencia de inflexiones de intensidad secundarias,13 y en esta línea se sitúan otras teorías que combinan varios parámetros. En todo caso, la importancia de los acentos no supone que haya que prescindir completamente de la cantidad de sílabas en relación con el estudio de la métrica de este poema.

En principio, todos los versos riman en asonante, pero las asonancias no son tampoco totalmente regulares ni muy variadas (se usan once tipos de asonancia). Lo fundamental, en todo caso, es la asonancia de la última sílaba tónica y se debe tener en cuenta que a partir de esta última sílaba tónica no se considera a efectos de rima la vocal «e», fenómeno que está en relación con la «e» paragógica o añadida a las palabras terminadas en consonante de la poesía épica.

Los versos se agrupan en tiradas de extensión variable. Su longitud varía entre 3 y 90 versos, cada una de las cuales tiene la misma rima y suele constituir una unidad de contenido, aunque el cambio de asonante no puede reducirse a reglas. El cambio de rima puede obedecer a una transición a otro lugar, al desarrollo más en detalle de algún episodio o a una variación en el estilo del discurso, la identificación del interlocutor en un diálogo, el cambio de la voz emisora (del narrador a un personaje, por ejemplo) o la introducción de digresiones.

Fuentes


La Historia Roderici, una biografía en latín de hacia 1190, fue una de las fuentes de información que seguramente proporcionó datos históricos al autor del Cantar de Mío Cid, especialmente para los episodios que transcurren desde la batalla de Tévar hasta la lucha con Yúcef, que refleja hechos que se produjeron realmente en la batalla de Cuarte.
El Cantar de Mío Cid reaprovecha una buena cantidad de noticias históricas, a menudo transformadas por las necesidades literarias de adecuar la historia al género de los cantares de gesta y a lo que se esperaba de un héroe épico, e inventa otra serie de pasajes, el más destacado el de la afrenta de los infantes de Carrión, que es toda ficticia, pues ni siquiera se ha podido comprobar la existencia de estos condes.

Dejando al margen la posibilidad, no demostrada, de que pudiera haber cantares épicos sobre el Cid anteriores al que se ha conservado, y rechazada la existencia de unos presuntos «cantos noticieros», de los que no existe ningún testimonio, la principal fuente del Cantar sería la historia oral, y parcialmente a pasajes que en última instancia remiten a la Historia Roderici, aunque queda la objeción de que el cantar de gesta omite completamente el servicio de Rodrigo Díaz a los reyes taifas de Zaragoza, que en la biografía latina está relatado con considerable extensión, pero esto mismo sucede con el himno panegírico Carmen Campidoctoris, que también silencia este periodo en la selección que hace de los episodios narrados en la Historia Roderici.

Para otros datos, como los nombres de los personajes históricos, pudo haber utilizado también la documentación legal de la época, en su condición de letrado, si bien por reminiscencias de documentos manejados por otros motivos, y no acudiendo expresamente a archivos de diplomas sobre Rodrigo Díaz para documentar la obra que estaba escribiendo, lo cual es un planteamiento anacrónico, además de que este tipo de documentación no ofrece el material que sería necesario para componer un poema épico. Fue este procedimiento de composición en el que se fundamentaron las tesis de Colin Smith, que defendió que el autor era Per Abbat, identificándolo con un clérigo y jurista burgalés.

Así pues, aunque secundariamente el autor del Cantar pudo recibir información procedente de documentos jurídicos y de la Historia Roderici, la información histórica del Cantar de Mío Cid proviene, fundamentalmente, de la historia oral, cuya vitalidad era mucho mayor en el siglo XII de lo que hoy se podría pensar: todavía en 1270, los colaboradores de la Estoria de España de Alfonso X el Sabio manejaban información obtenida de noticias orales sobre la época del Cid.21

Si existió una tradición de cantares de gesta hispánicos anteriores al de Mío Cid (algo que niegan autores como Colin Smith), este heredaría su sistema métrico, que sería una romanización del hexámetro latino adaptado con acentos de intensidad, en lugar de cantidad. Pero la más clara influencia se da con respecto a la épica francesa del siglo XII, en especial la Chanson de Roland (quizá a partir de un Cantar de Roldán hispánico, de cuya existencia hay indicios), de la que adoptó, entre otros aspectos, el sistema formular. Su eco se percibe también en otros pasajes concretos, como el verso 20 «¡Dios, qué buen vasallo, si oviesse buen señor!», la aparición del arcángel San Gabriel, la estructura narrativa de los combates y el tipo de tácticas y armamentos guerreros, o la figura del obispo guerrero Jerónimo, paralela a la del Turpín de la chanson de geste francesa.

Estilo


Lo más característico del estilo del poema épico del Cid es un uso consciente de una lengua arcaizante, que se vinculaba con el los cantares de gesta y constituyó una lengua artificial identificada con este subgénero narrativo hasta el siglo XIV, como muestra el tardío Cantar de las mocedades de Rodrigo. Este código específico ha provocado dificultades en cuanto a la datación del poema a partir de sus rasgos lingüísticos. El tono arcaico daba a este verso heroico un tinte de antigüedad, de valor intrínseco por producirse en una edad mítica, en un tiempo heroico. Constituiría un registro propio del estilo sublime o grave medieval. Pero además de los arcaísmos, en esta modalidad lingüística aparecen los neologismos, cultismos latinos e incluso arabismos.

En el plano fónico se aprecian aliteraciones, rimas internas y otros efectos eufónicos, muy relacionados con la naturaleza oral, recitada o semicantada que tenían estos poemas. Así, se ha propuesto como ejemplo de aliteración el verso 286 («Tañen las campanas en San Pero a clamor») con su recurrencia en las nasales, que evocan la peculiar acústica de las campanas. De rima interna, pueden destacarse los siguientes versos:

¡Merced, ya rey e señor, por amor de caridad!
La rencura mayor non se me puede olvidar
oídme toda la cort e pésevos de Mío mal,
los ifantes de Carrión, que m' desondraron tan mal.
Cantar de Mío Cid, ed. de Montaner Frutos, vv. 3253-3256.

Pasando al ámbito léxico, destaca el uso de expresiones de la variedad lingüística clerical y jurídica, como «curiador» ('avalista'), «rencura» ('querella'), «entención» ('alegato') o «manfestar» ('confensar'). Destaca, asimismo, el empleo de pares de sinónimos, como «a rey e a señor», «grandes averes priso e mucho sobejanos», «a priessa vos guarnid e metedos en las armas» o «pensó e comidió»; caso especial es la pareja aparentemente antitética pero en realidad sinónima, ejemplos de ello son «venido es a moros, exido es de cristianos», «si a vos pluguiere, Minaya, e non vos caya en pesar», «antes perderé el cuerpo e dexaré el alma» o «passada es la noche, venida es la mañana». Paralelo es el uso de las parejas léxicas que incluyen la referencia a un todo mediante la conjunción de dos términos que se complementan, como es el caso de «grandes e chicos» (que equivale a 'todo el mundo'), «el oro e la plata» ('riquezas de todo tipo'), «de noch e de día» ('en todo momento') o «a caballeros e a peones» ('a toda la hueste'). En general se aprecia un recurso recurrente a las estructuras sintácticas bimembres, que en ocasiones suponen un oxímoron («e faziendo yo a él mal e él a mí grand pro»).

En cuanto a la sintaxis, es notable el empleo de las llamadas «frases físicas», que realzan la gestualidad. Así sucede en las expresiones «llorar de los ojos» o «hablar de la boca». Abundan también los paralelismos sintácticos y semánticos, y es frecuente encontrar anáforas y enumeraciones:

salveste a Jonás cuando cayó en la mar
salvest a Daniel con los leones en la mala cárcel,
salvest dentro en Roma al señor san Sabastián,
salvest a Santa Susaña del falso criminal.
vv. 339-343, ed. de Montaner Frutos.
Otro recurso notable es la gran cantidad de usos verbales perifrásticos, entre los que destacan los incoativos querer + infinitivo, tomarse a + infinitivo y compeçar de + infinitivo. El encabalgamiento es más raro, pero su uso es muy significativo en este tipo de género literario.

Entre las figuras retóricas, cabe mencionar el uso de la interrogación y la exclamación. Son, en cambio, muy escasas las figuras de pensamiento. Solo caben mencionar algunas metáforas sencillas, con valor simbólico y una base asentada en la tradición y la lengua oral. Un símil ha sido habitualmente señalado, el que se usa para comparar la separación del Cid y su familia con la fórmula «commo la uña de la carne» (vv. 365 y 2642). Más extendida está la metonimia, sobre todo en su variedad de sinécdoque (expresar la parte para aludir al todo). En el verso 16 se dice que en la compañía del Cid se contaban «sessaenta pendones» (esto es, sesenta caballeros armados con lanza, que remataba en un estandarte o pendón). Caso notable es la expresión «fardida lança» donde la lanza es sinécdoque de caballero y el epíteto «fardida» (=ardida, 'fogosa', 'valiente') es en realidad una metáfora que personifica la virtud del que la enristra. De alcances líricos son los «ojos vellidos catan a todas partes», donde los ojos son metonimia sinecdótica de las mujeres del Cid, que acaban de subir al punto más alto de Valencia para contemplar la riqueza del paisaje que el héroe acaba de conquistar.

Frases

La tradición épica posee un recurso expresivo característico consistente en utilizar determinadas expresiones convertidas en frases hechas que eran utilizadas por los juglares como recurso que ayuda a la recitación o la improvisación y que se convierten en un estilema propio de la lengua de los cantares de gesta. El sistema formular del Cantar de Mío Cid está fuertemente influido por el de la chanson de geste del norte de Francia y occitania del siglo XII, aunque con fórmulas renovadas y adaptadas a su ámbito espacio-temporal hispánico de hacia 1200.

El recurso consiste en la repetición estereotipada de frases hechas y, a menudo, deslexicalizadas, que ocupan habitualmente un hemistiquio y, en su caso, aportan la palabra de la rima, por lo que, en origen, tendrían la función de solventar las lagunas de recitado improvisado del juglar. Con el tiempo se convirtió en un rasgo de estilo de la variedad lingüística particular (Kunstsprache) propia del género épico. Algunas de las más frecuentes en el Cantar son:

aguijó Mío Cid 'espoleó [a su caballo] Mío Cid', en ocasiones usado con otro personaje, como «el conde», v. 1077
metió mano al espada/al espada metió mano 'empuñó la espada'
por el cobdo/la loriga ayuso la sangre destellando
Mío vassallo de pro
El epíteto épico
Se trata de locuciones o perífrasis fijas usadas para adjetivar positivamente a un personaje protagonista que se define e individualiza con esta designación. Puede estar constituido por un adjetivo, oración adjetiva o una aposición al antropónimo con función especificativa y no únicamente explicativa. Es el Cid quien mayor número de epítetos épicos, que en última instancia forman parte del sistema de fórmulas y frases hechas. Los más utilizados para referirse al héroe son:

El Campeador

El de la barba vellida (barba poblada, vellosa)
El que en buen hora nasció
El que en buen hora cinxo espada (ciñó su espada, es decir, fue armado caballero)
Pero también los afectos y allegados del Cid reciben epítetos. Así, el rey es «el buen rey don Alfonso», «rey ondrado» ('honrado'), «mi señor natural», «el castellano», «el de León». Jimena, su esposa, es «mugier ondrada»; Martín Antolínez es el «burgalés de pro/complido/contado/leal/natural»; Álvar Fáñez (además de que el «Minaya» que lo suele anteceder como apelativo pudiera ser un epíteto), es «diestro braço». Incluso la legendaria montura del Cid, Babieca, es «el caballo que bien anda» y «el corredor»; o Valencia, que es «la clara» y «la mayor».

La voz enunciadora

El discurso o relato está emitido desde la voz de un narrador ominisciente que usa de forma muy libre los tiempos verbales con función estilística. Habitualmente proporciona más información de la que tienen los personajes, creando un desfase entre las expectativas del público y la de los protagonistas que conduce a lo que se ha venido en llamar ironía dramática; ello puede crear comicidad o hacer surgir tensión conflictiva. Como ejemplo, se puede referir el momento en que los infantes de Carrión se llevan a las hijas del Cid. El auditorio sabe que tienen planeado maltratarlas pero no el héroe, que las deja marchar de su protección. Por otra parte, un caso de comicidad es el episodio del empréstito de las arcas a los judíos Rachel y Vidas; el público sabe, con el Cid, que están llenas en su mayor parte de arena, pero los avaros prestamistas la imaginan repleta de riquezas.

El narrador se posiciona siempre en favor del Cid (toma partido en su alborozo por la llegada, gracias al Campeador, del obispado a Valencia: «¡Dios, qué alegre era todo cristianismo, / que en tierras de Valencia señor avié obispo!», vv. 1305–1306), y contra sus antagonistas, como el conde de Barcelona, a quien tilda de petulante. Para buscar la complicidad con el auditorio, el narrador abandona en ocasiones la tercera persona para dirigirse a los oyentes con fórmulas apelativas en segunda persona o refiriéndose a él mismo en primera persona. Por ejemplo cuando se celebran las bodas de las hijas del Cid en Valencia, exclama ante su público: «sabor abriedes de ser e de comer en el palacio», v. 2208 ('Os encantaría estar y comer en el palacio').

El manuscrito


Existe un ejemplar único que actualmente se encuentra en la Biblioteca Nacional en Madrid que se puede consultar en la biblioteca digital cervantesvirtual.com.

En el siglo XVI se guardaba en el Archivo del Concejo de Vivar. Después se sabe que estuvo en un convento de monjas del mismo pueblo. Ruiz de Ulibarri realizó una copia manuscrita en 1596. Eugenio de Llaguno y Amírola, secretario del Consejo de Estado, lo sacó de allí en 1779 para que lo publicase Tomás Antonio Sánchez. Cuando se terminó la edición, el señor Llaguno lo retuvo en su poder. Más tarde pasó a sus herederos. Pasó después a Pascual de Gayangos y durante ese tiempo, hacia 1858, lo vio y consultó Damas-Hinard. A continuación fue enviado a Boston para que lo viera Ticknor. En 1863 ya lo poseía el primer marqués de Pidal (por compra) y estando en su poder lo estudió Florencio Janer. Con posterioridad lo heredó Alejandro Pidal y en su casa lo estudiaron Vollmöller, Baist, Huntington y Ramón Menéndez Pidal. Finalmente fue adquirido por la Fundación Juan March el 20 de diciembre de 1960 y el día 30 de ese mismo mes lo donó al Ministerio de Cultura, que lo adscribió a la Biblioteca Nacional.23

Se trata de un tomo de 74 hojas de pergamino grueso, al que le faltan tres, una al inicio y dos entre las hojas 47, 48 y 69, 70. Otras 2 hojas le sirven de guardas. El manuscrito es un texto seguido sin separación en cantares, ni espacio entre los versos, los cuales se inician siempre con letra mayúscula. En muchas de sus hojas hay manchas de color pardo oscuro, debidas a los reactivos utilizados ya desde el siglo XVI para leer lo que, en principio, había empalidecido y, después, se hallaba oculto a causa del ennegrecimiento producido por los productos químicos previamente empleados. De todos modos, el número de pasajes absolutamente ilegibles no es demasiado alto y en tales casos, además de la edición paleográfica de Menéndez Pidal, existe como instrumento de control la copia de Ulibarri del siglo XVI y otras ediciones anteriores a la de Pidal.

La encuadernación del tomo es del siglo XV. Está hecha en tabla forrada de badana y con orlas estampadas. Quedan restos de dos manecillas de cierre. Las hojas están repartidas en 11 cuadernos; al primero le falta la primera hoja; al séptimo le falta otra, lo mismo que al décimo. El último encuadernador hizo algunas averías importantes en el tomo.

La letra del manuscrito es clara y cada verso empieza con mayúscula. De vez en cuando hay letra capital. Los últimos estudios aseguran que, tras analizar todos los aspectos pertinentes, el códice pertenece a la primera mitad del siglo XIV, más concretamente entre 1320 y 1330, y con preferencia en el último lustro de esta década,24 y fuera elaborado o encargado posiblemente por el monasterio de San Pedro de Cardeña a partir de un ejemplar preexistente del Cantar tomado en préstamo.25

Datación



Folio 74 recto del Cantar de Mío Cid, donde se puede leer el explicit «Quien escrivió este libro de Dios paraíso, amen / Per Abbat le escrivió en el mes de mayo en era de mil e. CC XLV años», vv. 3731-3732.
Solamente se conserva en una copia realizada en el siglo XIV (como se deduce de la letra del manuscrito) a partir de otra que data de 1207 y fue llevada a cabo por un copista llamado Per Abbat, que transcribe un texto compuesto probablemente pocos años antes de esta fecha.

La fecha de la copia efectuada por Per Abbat en 1207 se deduce de la que refleja el explicit del manuscrito: «MCC XLV» (de la era hispánica, esto es, para la datación actual, hay que restarle 38 años).

Quien escrivió este libro de Dios paraíso, amen
Per Abbat le escrivió en el mes de mayo en era de mil e. CC XLV años.26
Este colofón refleja los usos de los amanuenses medievales, que cuando finalizaban su labor de transcribir el texto (que era lo que significaba "escribir"), añadían su nombre y la fecha en que terminaban su trabajo.

El autor y la fecha de composición


En virtud del análisis de numerosos aspectos del texto conservado se demuestra que pertenece a un autor culto, con conocimientos precisos del derecho vigente a fines del siglo XII y principios del XIII, y que podría estar relacionado (por su conocimiento de la microtoponimia) con la zona aledaña a Burgos, Medinaceli (actual Soria), la zona fronteriza de Castilla con Aragón, la Alcarria o el valle del Jiloca.20

La lengua utilizada es la de un autor culto, un letrado que debió trabajar para alguna cancillería o al menos como notario de algún noble o monasterio, puesto que conoce el lenguaje jurídico y administrativo con precisión técnica, y que domina varios registros, entre ellos, claro está, el estilo propio de los cantares de gesta medievales, que necesitaban ciertos estilemas exclusivos, como el epíteto épico o el lenguaje formular.
La geografía aporta otro dato: el hecho de que Medinaceli aparezca como plaza definitivamente castellana, y no como ciudad fronteriza en litigio entre varios reinos fronterizos, solo puede remitir a la segunda mitad del siglo XII. Por ejemplo, en 1140 era aragonesa.
La sociedad reflejada en el Cantar testimonia la vigencia del «espíritu de frontera», que solo se dio en la extremadura aragonesa y castellana a fines del siglo XII, pues las necesidades guerreras en las fronteras permitió a los infanzones las condiciones de rápido ascenso social y relativa independencia que tenían los hidalgos de frontera que vemos en el Cantar y que se dieron históricamente a partir de la conquista de Teruel. Así también es histórico el estatus de «moros en paz» del Cid, es decir, los primeros mudéjares, necesarios en territorios con poca población cristiana, como la extremadura soriana y turolense.
El derecho muestra que la descripción técnica detallada de las cortes o vistas remiten al «riepto» o juicio con combate singular, institución influida por el derecho romano, y sólo introducida en España a fines del siglo XII. Asimismo, la presencia de la legislación de la extremadura aragonesa y castellana (los fueros de Teruel y Cuenca datan de fines del XII y principios del XIII respectivamente) nos llevan como muy pronto a 1170.
La sigilografía nos dice que el sello real (la «carta ... fuertemientre sellada» de los vv. 42–43) solo está documentado bajo el reinado de Alfonso VIII de Castilla a partir de 1175.
Desde el punto de vista de la heráldica, que llega a la Península Ibérica hacia 1150, aparece en el Cantar el uso simbólico (sobreseñal) con el ornato en la sobreveste de los caballeros, una túnica que se ponía la vestimenta. Esta utilización emblemática tiene su testimonio más temprano en un sello de Alfonso II de Aragón de 1186.20
Desde la sociología y la lexicografía diacrónica, el testimonio más antiguo del término «fijodalgo» (hidalgo) remite a 1177, y el de «ricohombre» a 1194.20
En la Edad Media «escribir» significaba solo «ser el copista», para lo que hoy conocemos como autor habría de decir «compuso» o «fizo». Esto invalida la teoría de Colin Smith de que el autor fue Per Abbat, aunque, como es lógico, supone que la fecha de composición no pudo ser posterior a 1207, sin embargo es muy poco posterior a la redacción original.


Estatua del Cid, en Burgos.

Pidal daba como fecha del explicit 1307, aduciendo que habría una tercera 'C' borrada en el manuscrito, siguiendo la conjetura del primer editor del Cantar Tomás Antonio Sánchez (1779).27 Pero según queda demostrado en investigaciones recientes, en especial el CD anexo a la edición de Alberto Montaner, nadie ha podido observar el más mínimo rastro de tinta de una «C» borrada. Montaner utiliza todos los medios técnicos a su alcance, incluida la visión infrarroja. Lo más probable es que el copista dudara y dejara un espacio algo mayor por si acaso (como hace en otros lugares del poema) o que intentara evitar unas imperfecciones del pergamino. También pudo ser que hiciera dos incisiones pequeñísimas con el cuchillito de raspar (cultellum) que servía para las correcciones, pues estas sí se han observado al microscopio, y son incisiones rectas (no una raspadura de borrado como defendía Menéndez Pidal, que dejaría la textura rugosa) que pudieron inducir al copista a evitar ese espacio para que no se corriera sobre la hendidura la tinta. El mismo Pidal llegará a admitir que no habría esa tercera «C» borrada, porque, en todo caso, el defecto de textura del manuscrito o «la arruga» según él sería anterior a la escritura. Para él, Per Abbat sería un copista de un texto del 1140, pero el argumento de la difusión popular de la genealogía cidiana actúa también en su contra, pues el Cid no emparentó con todas las dinastías españolas hasta el año 1201; también se apoyaba en que un poema latino menciona al Cid, el Poema de Almería, pero este es de datación insegura (pudiera ser de finales del XII) y, sobre todo, no alude al Cantar, sino al propio Cid, que ya era conocido por sus hazañas. En cuanto a los arcaísmos, queda claro, como dice Rusell y otros autores, que lo que pasa es que hay una kunstsprache en la poesía heroica, como demuestra el hecho de que en las Mocedades de Rodrigo, del siglo XIV, se usen los mismos arcaísmos, con similares epítetos épicos y lenguaje formular. En cuanto al autor, Pidal primero habla de un poeta de Medinaceli con conocimiento de San Esteban de Gormaz; luego habla de dos poetas: primera versión corta y verista por un poeta de San Esteban, luego refundición de uno de Medinaceli. Pero Ubieto demostró que la geografía local del área de San Esteban de Gormaz era desconocida para el autor, debido a grandes imprecisiones y lagunas, por ejemplo, el no situar correctamente las márgenes del Duero, y, sin embargo, hay un conocimiento exhaustivo de los topónimos del valle del Jalón (Cella, Montalbán, Huesa del Común), la zona de la provincia de Teruel. Además localiza varias palabras exclusivas del aragonés, que no podía conocer un autor castellano. Por otro lado, el Cantar refleja la situación de los mudéjares (con personajes como Abengalbón, Fariz, Galve, incluso de gran lealtad al Cid), que fueron necesarios para repoblar la extremadura aragonesa, y por tanto, estaban muy presentes en la sociedad del sur de Aragón, cosa que no ocurría en Burgos. Por tanto, según Ubieto, el autor provendría de alguno de esos lugares. Hay que recordar que Medinaceli fue en ese tiempo un lugar en disputa que estuvo en ocasiones en manos aragonesas. Rafael Lapesa también defendió una datación antigua en Estudios de historia lingüística española, donde intentaba mostrar que la composición del cantar dataría de entre 1140 y 1147, pero sus argumentos a este respecto son muy endebles.

Colin Smith, como se dijo, consideró a Per Abbat el autor de la obra. También piensa que el texto de la Biblioteca Nacional sería copia del de Per Abbat. Para este autor 1207 sería la fecha real de composición, y relacionó Per Abbat con un notario de la época del mismo nombre, al que supuso un gran conocedor de la poesía épica francesa, y que sería quien compuso el Cantar inaugurando la épica española, sirviéndose de sus lecturas y de las chansons de geste, y mostrando su formación jurídica. Según Smith, tanto el sistema formulario del Cantar como su métrica son préstamos de la épica francesa. Sin embargo, aunque no cabe duda que los ciclos épicos franceses influyen en la literatura española —como demuestra el que aparezcan en esta personajes como Roldán, Oliveros, Durandarte o Berta la de los grandes pies— las enormes diferencias en cuanto a elementos maravillosos, exageración de las hazañas del héroe y menor realismo, hacen que el Cantar pudiera ser redactado por cualquier escritor culto de la época, sin necesidad de tener un modelo francés cercano. De todas maneras, su profunda erudición puso en la pista de la datación actual de fines del XII o principios del XIII a los más acreditados investigadores sobre temas de fecha y autoría. Además, el propio Colin Smith modificó su tesis inicial en sus escritos posteriores reconociendo que Per Abbat pudo ser solo el copista y que el Cantar no fue el punto de partida de la épica medieval española; la fecha de composición la situaría también en los años anteriores a 1207; mantendría, no obstante, la autoría culta y letrada para el poema. Todas estas cuestiones han sido debatidas por extenso por Alan Deyermond, Antonio Ubieto Arteta, María Eugenia Lacarra, Colin Smith, Jules Horrent y Alberto Montaner Frutos, quien se ocupó de sintetizar todas las propuestas en su edición del Cantar.

Así pues, toda una serie de circunstancias históricas y sociales llevan a los investigadores actualmente a la conclusión de que hay un único autor, que compuso el Cantar de Mío Cid entre fines del siglo XII y principios del siglo XIII, (de 1195 a 1207) que podría conocer la zona aledaña a Burgos, la Alcarria y la del valle del Jalón, culto, y con profundos conocimientos jurídicos, posiblemente notario o letrado.


Poema de Mío Cid
Cantar Primero: Destierro del Cid

[El Cid, que servía al rey Alfonso VI, fue atacado por el conde García Ordóñez, un gran amigo del rey. El Cid no pudo dejar sin vengarse el ataque y venció al conde, insultando su honor: le mesó la barba (le arrancó pelos de la barba). García Ordóñez se puso furioso y le habló mal del Cid al rey. El rey desterró al Cid. El poema comienza en el momento de salir de Burgos.]
1
Con sus ojos   muy grandemente llorando
tornaba la cabeza   y estábalos mirando:
vio las puertas abiertas,   los postigos sin candado,
las perchas vacías   sin pieles y sin mantos
y sin halcones   y sin azores mudados.
Suspiró mío Cid   triste y apesadumbrado.
Habló mío Cid   y dijo resignado:
«¡Loor a ti, señor Padre,   que estás en lo alto!
Esto me han urdido   mis enemigos malos».
Notas:
postigo: puerta
azores: pájaros fuertes (halcones)
mudados: que habían cambiado las plumas
apesadumbrado: muy triste
me han urdido: han conspirado contra mí
2
Ya cabalgan aprisa,   ya aflojan las riendas.
Al salir de Vivar,   tuvieron la corneja diestra,
y entrando en Burgos,   tuviéronla siniestra.
El Cid se encogió de hombros   y meneó la cabeza:
«¡Albricias, Álvar Fáñez,   que si ahora nos destierran
con muy gran honra   tornaremos a Castiella!»
corneja diestra ... siniestra: ver una corneja (pájaro negro) a la derecha (diestra) 
significaba buena fortuna; a la izquierda (siniestra) indicaba mala fortuna
3
Mío Cid Ruy Díaz   por Burgos entróve,
van en su compañía   sesenta pendones;
salen a verlo   mujeres y varones,
burgueses y burguesas   a las ventanas se ponen,
llorando de los ojos,   ¡tan grande era su dolor!
De las sus bocas   todos decían una razón
«¡Dios, qué buen vasallo,   si tuviese buen señor!»
entróve: entró
razón: palabra
4
Le hospedarían con gusto,   pero ninguno osaba:
que el rey don Alfonso   le tenía gran saña.
Antes de la noche   en Burgos entró su carta
con gran mandamiento   y fuertemente sellada
que a mío Cid Ruy Díaz   que nadie le diese posada 
y aquellos que se la diesen   supiesen vera palabra
que perderían sus bienes   y además los ojos de la cara,
y aun además   los cuerpos y las almas.
Grande duelo tenían   las gentes cristianas;
se esconden de mío Cid,   que no osan decirle nada.
El Campeador   se dirigió a su posada;
cuando llegó a la puerta, la halló bien cerrada,
por miedo del rey Alfonso, así ellos acordaran:
que a menos que la rompiese,   no se la abrirían por nada.
Los de mío Cid   a altas voces llaman,
los de dentro   no les querían responder palabra.
Aguijó mío Cid,   a la puerta se llegaba,
sacó el pie del estribo,   un fuerte golpe daba;
no se abre la puerta,   que estaba bien cerrada.
Una niña de nueve años   a mío Cid se acercaba:
«Ya Campeador,   en buen hora ceñiste espada
«El rey lo ha vedado,   anoche entró su carta,
«con gran mandamiento   y fuertemente sellada.
«No os osaríamos   abrir ni acoger por nada;
«si no, perderíamos   los bienes y las casas,
«y aún además   los ojos de las caras.
«Cid, en nuestro mal   vos no ganáis nada;
mas el Criador os guarde   con todas sus virtudes santas».
Esto la niña dijo   y tornó para su casa.
Ya lo ve el Cid   que del rey no esperaba gracia.
Partióse de la puerta,   por Burgos aguijaba,
llegó a Santa María,   luego descabalga;
hincó las rodillas,   de corazón rogaba.
La oración hecha,   luego cabalgaba;
salió por la puerta,    el río Arlanzón pasaba.
Junto a la villa de Burgos   en la glera acampaba,
mandó plantar las tiendas,   después descabalgaba.
Mío Cid Ruy Díaz,   el que en buen hora ciñó espada,
acampó en la glera   que nadie le abre su casa;
están junto a él   los fieles que le acompañan.    
Así acampó mío Cid   como si fuese en montaña.
saña: enojo, odio
fuertemente sellada: enviada por el rey con intenciones severas
supiesen vera palabra: no debieran dudar
acordaran: habían acordado
la rompiese: rompiese la puerta
aguijar: espolear, incitar (un caballo)
ceñiste: te pusiste
vedado: prohibido
glera: ribera del río
montaña: bosque
[El Cid pasa por San Pedro de Cardeña para despedirse de su mujer, doña Jimena, y a sus hijas, doña Elvira y doña Sol.]
He aquí a doña Jimena   que con sus hijas va llegando;
dos dueñas las traen   a ambas en sus brazos.
Ante el Campeador doña Jimena   las rodillas ha hincado.
Lloraba de los ojos,   quiso besarle las manos:
«¡Ya Campeador,   en hora buena engendrado,
«por malos intrigantes   de Castilla sois echado! »
16
«Ay, mi señor,   barba tan cumplida,
«aquí estamos ante vos   yo y vuestras hijas,
«(muy niñas son   y de pocos días),
«con estas mis damas   de quien soy yo servida.
«Ya lo veo   que estáis de partida,
«y nosotras y vos   nos separamos en vida.
«¡Dadnos consejo,   por amor de Santa María!»
Alargó las manos   el de la barba bellida,
a las sus hijas   en brazos las cogía,
acercólas al corazón   que mucho las quería.
Llora de los ojos,   muy fuertemente suspira:
« Ay, doña Jimena,   mi mujer muy querida,
«como a mi propia alma   así tanto os quería.
«Ya lo veis   que nos separan en vida,
«yo parto y vos   quedáis sin mi compañía.
«Quiera Dios   y Santa María,
«que aún con mis manos   case estas mis hijas,
«y vos, mujer honrada,   de mí seáis servida».
barba tan cumplida: referencia al machismo, al poder del Cid y al respeto que se le debe
bellida: bella
17
Por Castiella se va   oyendo el pregón,
cómo se va de tierra   mío Cid el Campeador;
unos dejan casas   y otros, honor.
En ese día   en el puente de Arlanzón
ciento quince caballeros   todos juntados son;
todos demandan   por mío Cid el Campeador.
honor: aquí, tierras y haciendas
18
[Ya llega el momento de salir de su tierra. El Cid les habla a sus hombres.]
El día es salido,   la noche quería entrar,
a sus caballeros   mandólos todos juntar:
«Oíd, varones,   no os dé pesar;
«poco dinero traigo,   vuestra parte os quiero dar.
«Tened en cuenta   cómo os debéis comportar:
«mañana temprano   cuando los gallos cantarán,
«no perdáis tiempo,   los caballos ensillad;
«en San Pedro, a maitines   tañerá el buen abad,
«nos dirá la misa   de Santa Trinidad;
«dicha la misa,   tendremos que cabalgar,
«pues el plazo se acerca   y mucho hemos de andar».
Como lo manda mío Cid   así todos lo harán.
Hecha la oración,   la misa acabada ya,
salieron de la iglesia,    ya quieren cabalgar.
El Cid a doña Jimena    la iba a abrazar;
doña Jimena al Cid   la mano le va a besar,
llorando de los ojos   que ya no puede más.
Y él a las niñas   volviólas a mirar:
«A Dios os encomiendo,   nuestro Padre espiritual,
«ahora nos separamos,   ¡Dios sabe el ajuntar!
Llorando de los ojos   con un dolor tan grande,
así se separan   como la uña de la carne.
a maitines tañera: Tañir las campanas para llamar a la gente a la iglesia
ajuntar: el momento de reunirse otra vez
19
Se acostó mío Cid   cuando la noche llegó,
soñó un sueño dulce,   ¡qué bien que durmió!
El ángel Gabriel   a él vino en visión:
«Cabalgad, Cid,   el buen Campeador,
«que nunca en tan buen hora   cabalgó varón;
«mientras que vivieseis   tendréis buen honor».
Cuando despertó el Cid,   la cara se santiguó.
[El Cid y sus hombres entran el reino moro de Toledo, un rey tributario del rey Alfonso. El Cid va rumbo a Castejón mientras Álvar Fáñez y otros hombres pasan por Guadalajara. El Cid llega a Castejón.]
23
Ya amanecía   y venía la mañana,
salía el sol,   ¡Dios, qué hermoso apuntaba!
En Castejón   todos se levantaban,
abren las puertas,   afuera se mostraban,
para ir a sus labores   y a sus campos de labranza.
Todos han salido   dejan libre la entrada,
sólo pocas gentes   en Castejón quedaban;
las gentes por los campos   andan ocupadas.
El Campeador   salió de la celada,
en torno a Castejón   aprisa cabalgaba,
Mío Cid don Rodrigo   corre hacia la entrada,
los que guardan la puerta   viéndola asaltada,
tuvieron miedo   y la dejan desamparada.
Mío Cid Ruy Díaz   por las puertas entraba,
trae en la mano   desnuda la espada,
quince moros mataba   de los que alcanzaba.
Ganó a Castejón   y mucho oro y plata.
Sus caballeros   llegan con la ganancia,
la dejan a mío Cid   sin querer para sí nada.
salió de la celada: salió de donde estaba escondido
[Álvar Fáñez vuelve de Guadalajara con la riqueza que ganó (ovejas, caballos, etc.). El Cid comparte el tesoro con sus hombres. El Cid decide abandonar Castejón porque no quiere ser atacado por el rey Alfonso (y Alfonso es amigo del rey de Toledo donde queda la ciudad). Para mostrar su generosidad, el Cid libera a 200 moros que había cautivado.]
«Del castillo que tomaron   todos ricos se van;
los moros y las moras   bendiciéndole están».
[El Cid decide ir a atacar Alcocer. El rey de Valencia, que controla Alcocer, manda un ejército de 3.000 hombres para reconquistar la ciudad. Los moros cercan al Cid y le quitan el agua. Los hombres del Cid quieren ir a la batalla, pero el Cid quiere consultar con sus hombres.]
34
Al cabo de tres semanas,   cuando la cuarta iba a entrar,
mío Cid de los suyos   se quiso aconsejar:
«El agua nos han quitado,   nos va a faltar el pan,
«si quisiéramos irnos de noche   no lo consentirán;
«son demasiadas sus fuerzas   para con ellos luchar;
«decidme, caballeros,   qué consejo tomar».
Primero habló Minaya,   un caballero leal:
«de Castilla la gentil   hemos venido acá,
«si con moros no luchamos   no ganaremos el pan.
«Somos unos seiscientos,   acaso alguno más;
«en el nombre del Criador   que no se haga más;
sino irlos a combatir   mañana sin tardar».
Dijo el Campeador:   «ése es buen hablar;
hablasteis como honrado,   como era de esperar».
[Se preparan para el ataque y, al amanecer, el Cid manda que todos salgan a la batalla. El Cid entrega su enseña (su bandera) a Pero Bermúdez para que la lleve.]
Abrieron las puertas,   afuera salen ya;
los ven las avanzadas,   a sus huestes van a avisar.
¡Con qué prisa los moros   se comienzan a armar;
ante el ruido de los tambores   la tierra quería quebrar;
vierais armarse a los moros,   aprisa entrar en haz
En la parte de los moros   dos grandes enseñas van,
y los otros pendones,   ¿quién los podría contar?
Las haces de los moros   comienzan a avanzar
hacia mío Cid y los suyos,   para irlos a atacar.
«Estad quietas, mesnadas,   aquí en este lugar,
«nadie salga de filas   hasta que lo oigáis mandar».
Aquel Per Bermúdez   no se pudo aguantar;
la enseña tiene en la mano,   comenzó a espolear:
«¡El Criador nos valga,   Cid Campeador leal!
«Voy a meter vuestra enseña   en medio del mayor haz;
«veremos estos caballeros   cómo la protegerán».
Dijo el Campeador:    «¡No lo hagáis, por caridad»
Repuso Per Bermúdez:    «¡Ya veréis como se hará!»
Espoleó al caballo,   lo metió en mayor haz.
Los moros lo reciben,   la enseña vanle a quitar,
le dan grandes golpes   no le pueden derribar.
Dijo el Campeador:   «¡Valedle, por caridad!»
avanzadas: hombres moros que vigilaban la tierra
haz: formación para la batalla
enseña: bandera
mesnada: tropa
espolear: incitar al caballo
35
Embrazan los escudos   ante sus corazones,
enristran las lanzas,   envueltos los pendones,
inclinaron las caras   encima de los arzones,
íbanlos a atacar   con fuertes corazones.
A grandes voces llama   el que en buena hora nació:
«¡Atacadlos, caballeros,   por amor del Criador!
«¡Yo soy Ruy Díaz de Vivar,   el Cid Campeador!»
Todos atacan al haz   donde está Per Bermudoz.
Trescientas lanzas son,    todas llevan pendón;
trescientos moros matan   al primer empujón,
y al hacer la tornada   otros tantos muertos son.
enristran: bajan
pendones: banderas o estandartes
arzón: parte de la silla
hacer la tornada: virar para atacar desde la dirección opuesta
36
Allí vierais tantas lanzas   subir y bajar,
tanta adarga   horadar y pasar,
tanta loriga   romper y rajar,
tantos pendones blancos   rojos de sangre quedar,
tantos buenos caballos   sin sus dueños andar.
Oyerais a unos, «¡Mahoma!»;   a otros, «¡Santiago!» gritar.
Yacían por el campo   en poco lugar
mil y trescientos   moros muertos, ya.
adarga: escudo de cuero
horadar: agujerear, atravesar de parte a parte
loriga: arma para defender el cuerpo, cota de mallas
rajar: romper
Santiago: santo patrón a quien los cristianos dedicaban sus batallas
[Los hombres del Cid vencen a los moros y los persiguen hasta Calatayud. Los hombres del Cid ganan mucho tesoro de la conquista y envían parte de su riqueza al rey Alfonso. El rey acepta el regalo y proclama que los que quieran podrán juntarse con el Cid. Pero todavía mantiene en efecto el destierro del Cid. El Cid continúa sus hazañas en Zaragoza y termina por dominar el reino de Zaragoza. Hacia el final del cantar, el Cid decide ir a tierras bajo la protección de Barcelona, pero el Conde de Barcelona se siente insultado y ataca al Cid. El Cid vence al Conde y gana la espada, "Colada."]